«Lo que cuando sale es semi despreciado o simplemente ignorado con el tiempo es de los más caro, como si de oro de tratara»
Por Vicente Feijoo Aparisi
El cuarto trabajo de Zarpa, Ángeles o Demonios (1982). Era el año 1982 y conocimos a José Sancho nuestro nuevo manager y junta él hicimos la producción de este trabajo super elaborado con temas icónicos del Rock, temas que la gente estaba ya acostumbrada a oír y ver en nuestros conciertos. Fuimos a los estudios Pertegas y bajo el sello Xirivella Records se editó este trabajo en vinilo, un trabajo muy alabado y también criticado en algunos medios, como siempre la moda del momento te intentaba hacer añicos, desprestigiando lo que hacíamos.
El día de la presentación en el Bony de Torrente fue un éxito, todo se grabó en cine y de ahí salió una película acojonante, para difundir el trabajo hicimos una serie de proyecciones y en una de ellas la película fue robada del maletero del coche de nuestro manager misteriosamente, nunca volvimos a encontrar ese documento tan estupendo y quedamos desolados.
La venta del disco fue lenta y costosa, competíamos con todas las multinacionales, pese a que estuvimos en listas nacionales en muchas revistas especializadas, entre los diez mejores discos de 1983, también entramos en un concurso a nivel nacional con el tema» Llega el castigador» y quedamos de las bandas finalistas, la final se tenía que hacer en Madrid en directo, pensamos que era pan comido ya que nuestros directos en aquella época eran de los mejor que había, pero la final nunca se llegó a realizar y dieron como ganador al grupo Golpes Bajos, vaya golpe bajo nos dieron a nosotros en todos los huevos y la moral, ahí comenzamos a ver la manipulación que había y la marginación a la que seriamos sometidos y que ha sido nuestro equipaje durante toda nuestra carrera.
Hoy en dia este disco en vinilo en formato LP está super cotizado, llegando a pagar un japonés 400€ por una copia, cosas de la vida de la farándula, lo que cuando sale es semi despreciado o simplemente ignorado con el tiempo es de los más caro, como si de oro de tratara.