«Recreando la portada del Vulgar Display Of Power con tu jeto»

Escrita por José Meh

España – Thrash Metal

Que agradable noticia cuando las buenas bandas sacan material nuevo, colegas. Los asturianos Soldier, esta vez de la mano de un tótem como Maldito Records, siguen su carrera con paso firme tras haber editado dos interesantes LPs, Gas Powered Jesus y The Great Western Oligarchy, del que ya di buena cuenta en su momento, con los que ya llegaron a tocar en el Main Stage del Resurrection Fest entre otros logros. La banda, con su particular visión del Thrash Metal mezclado con Metal sureño americanizado, ha ido avanzando paso a paso y sin detenerse hasta plantarse aquí con este tercer disco de larga duración, el más ambicioso y trascendental de su carrera. En él encontramos a una banda que ha decidido, de forma más clara de lo que venía haciendo, estirar los límites del Thrash como si fueran un chicle Boomer de esos que se estiraban como demonios.

The Sleep Of Reason se muestra como un trabajo variado, con doce cortes pero no muy largo, en el que encontramos algún tema de Thrash de manual mezclado con momentos en los que la banda busca otros rollos sin dejar de sonar a lo que han sido hasta ahora. Siendo una banda que siempre ha destacado por las labores de sus guitarras, generalmente con una marcada capacidad técnica, el disco también llama la atención por el trabajo de Phil González a la voz, que juega con muchos registros diferentes e incluso nos deja el culo torcido en algún tema en concreto, dejando clara una evidente mejoría en sus aportaciones. En el contenido clave del disco tenemos mucha crítica social, como suele ser habitual en Soldier (basta ver sus portadas) y ratos de juerga, incluso mezclando ambas vertientes, es algo que caracteriza de alguna forma a la banda y que también está presente aquí, lo cual siempre está bien.

Los tres trallazos que conforman el inicio del disco (tras la intro, bastante curiosa) ya nos ponen en situación. Exterminate White People, Murdered By Bombs, de mis cortes favoritos del disco, y Straight To Valhalla son tres hostiazos en la cara, te sale un puño del altavoz y recrea la portada del Vulgar Display con tu jeto, colega. Suenan cabronazos, las guitarras atruenan y levantan los temas en hombros como en el caso de Straight To Valhalla, que se mueve bien, sin destacar y de golpe zasca, te encuentras un solo cojonudo que le suma dos estrellitas. No Child Left Behind destaca con esa mezcla que le mola a la banda, creando una aleación entre los últimos coletazos de Pantera y el Thrash de unos primeros Metallica, logrando darle la forma de Soldier, muy en su rollo, y a esta le sigue Invisible Man, donde la banda ha querido quitarse el corpiño y experimentar con lo que le apetecía, un rollo totalmente diferente a lo que uno puede esperar de los asturianos, con Phil tirando de unos registros más limpios y viscerales mientras el tema juega con diferentes ritmos… difícil describirlo, la primera vez te deja como a Luis Suárez (en fuera de juego), pero mola. Soldier son Thrashers por naturaleza, lo llevan ahí en su ADN como banda, pero mola que no tengan miedo de salirse del rollo, siempre aplaudo este tipo de ideas y a veces puede salirte realmente bien.

El disco sigue, no se para, y  menos ahora que vienen Jump To The Pit y Tunguska Mosh, dos zapatazos cuyo título ya os indica que es hora de daros de hostias. Uno más Thrash canónico, el otro más Crossover macarra-jugetón-desafiante, pero bien, a fuego. Polybius, con cierto aroma a Sodom en sus líneas vocales, y Hollow, con un riff groovero que muta en velocidad cuando se acerca al estribillo, nos llevan al final del disco, para el que nos queda un himnazo que tiene pinta de triunfar como Once You Go Thrash, You Never Go Black, oda al Thrash Metal en toda regla, y el tema título, The Sleeping Of Reason, que cierra el trabajo por todo lo alto.

Creo que ya habéis intuido que me ha molado el disco. Soldier, con su constancia y su buen hacer, han dado un paso más adelante respecto a su buen Great Western Oligarchy y han logrado un muy buen trabajo, variado, movidito, bien ejecutado y bien producido, que pasa rápido, no se hace bola y entretiene que da gusto. Vuelve a destacar la labor de sus guitarras, desde luego, es el gran punto fuerte de la banda y lo explotan, aunque no por ello menospreciaremos el trabajo de la sección rítmica, siempre sólida y compacta, ni de las voces de Phil, bastante mejoradas como ya he comentado. En conjunto The Sleeping Of Reason es un disco cojonudo, que se disfruta mucho de escuchar y que servirá para que la banda afiance su nombre en la rica y jugosa escena Thrasher nacional.